martes, 20 de marzo de 2012
Implantes cibernéticos
Antes de que aparezca oficialmente el primer cyborg de "carne y hueso", la humanidad tendrá que contentarse con todo tipo de implantes tecnológicos. Ya hay artefactos para rastrear mascotas con satélites y pronto servirán para comuicarse telepáticamente.
Además de repuestos para ojos, manos y corazones, dentro de unas pocas décadas habrá implantes para hacer toda clase de tareas; entre ellas comunicarse con el pensamiento. Pero mientras llega el futuro, los que sueñan convertirse en hombres-máquina tienen que contentarse con accesorios corporales mucho menos sofisticados.
Hoy los implantes más avanzados tienen fines médicos: marcapasos y prótesis de titanio que operan casi como completos organos artificiales. Paradójicamente, el implante biométrico más moderno está bajo la piel de las mascotas de los ricos y famosos. El dispositivo que vale unos cuantos miles de dólares le permite al desesperado en Beverly Hills ubicar a su perrito perdido en cualquier lugar del mundo: ya sea al otro lado de la calle o en Uganda.
De acuerdo con WorldNetDaily.com, ya existen los recursos tecnológicos para monitorear vía satélite a personas a las que se les ha implantado un pequeñísimo detector. De la misma manera, hace dos años el London Times informó que 45 personas (entre ellas varias estrellas de cine), estaban haciendo pruebas secretas con chips implantados bajo la piel para ser rastreados por satélites.
Un artefacto similar también podría ser usado para como sistema de identificación de personas; algo así como una cédula o un pasaporte bajo la piel. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta realizada el año 2000 en Estados Unidos, solo el 11 por ciento de la población permitiría la aplicación del implante. La gente desconfía de los gobiermos y teme que acaben entrometiéndose demasiado en la privacidad de los individuos.
Y mientras la tecnología se masifica, hablar de implantes todavía suena a abducción alienígena o prótesis dental
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